Al mirar el horizonte de la bella ciudad de Tingo María, vemos el perfil de la figura de una hermosa mujer echada de espaldas mirando el cielo y cubierta de un manto verdor, es la montaña de la "Bella durmiente",símbolo natural de Tingo María y que la leyenda la identifica como la princesa Nunash, transmitida de generación en generación.
Hablan además de un joven llamado Cuynac, que atravesó la selva de Huánuco, donde conoció y se enamoró de la princesa Nunash los dos llegaron a amarse y Cuynac levanto en un lugar cercano a Pachas que le puso el nombre de Cuynash en honor de su amada.
Vivieron un tiempo feliz, rodeado de vasallos, pero su felicidad quedo truncada cuando fueron atacados por el padre de la princesa Amaru, convertido en un monstruo en forma de culebra. Cuynac se valió de su hechicería y convirtió en mariposa a Nunash y el se transformo en piedra.
Ella convertida voló hacia la selva y retornó con ayuda para combatir al monstruo Amaru luego dicen que la bella se quedo dormida encimada de las piedras y pidió un deseo a los dioses de que se convirtiera en piedra y que en las noches de luna aparezca ante la mirada de la gente como la mujer en actitud de estar dormida lo que hoy es la figura de la Bella durmiente.

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